miércoles, 9 de julio de 2008

El efecto MalcriadaZ

Hace un par de días, mientras me hacía güey unos momentos conversando con la agradabilísima Rosa María, me topé en la oficina con unos documentos muy interesantes en donde niños de edades entre 6 y 13 años describían que era la belleza para ellos y me he tomado la libertad de transcribir un par de ellos.
“la bellesa es ago inportante en la muger y sino ay nadien se enamoraría la belleza es muy lindo es no tener granos, pintarse, ponerse brillo labial y asi es como se consige algo de una muger” (11 años).
Y es que además de la deficiencia ortográfica de los querubines, me resulta francamente triste la mentalidad que esta niña ha desarrollado; independientemente de las referencias a la belleza física, que se podrían considerar hasta cierto punto comunes, me llama la atención el hecho de que solo a través de ésta una mujer pueda obtener algo.
A este comportamiento me gusta llamarlo el efecto “MalcriadaZ”.
Nombrado en honor a unas muñecas, que bien podrían ser las primas arregladas de los más inofensivos trolls, el efecto surge como parte de una generación de juguetes que responden a las demandas de un mercado empapado por el consumismo y el materialismo.
La cosificación de las personas, en especial de los niños, nace debido al pensamiento “tengo luego existo”, es decir, florece la necesidad (imaginaria) de tener lo mas “fashion”
El pensamiento que glorifica los estándares de la belleza moderna puede ser bastante dañino para una comunidad infantil carente de criterio y de necesaria supervisión adulta. Los cánones de belleza europea y norteamericana son incompatibles a nuestra genética, lo cual puede llevar a un sentimiento de frustración innecesario.
Lo que confirma el siguiente pensamiento.
“la bellesa es algo q nos hace ser horgullosos de uno mismo por ejemplo: sino nos bemos vien te botan. Yeso de muestra q somo limpias es para gustarle a niños es para sentirnos vien a mi me gusta la moda me siento muy bien comprando pero abeses no me alcansa para pagar la bellesa es para q no me burlen para que sepan quien manda en la moda (11 años).
Es cierto que es risible echarle la culpa por completo a estos juguetes, íconos de la bulimia, la anorexia y la frivolidad, no, no es el caso. Las cosas están ahí porque surgen de los deseos de los niños y la despreocupación de los mayores. ¿No creen?
Cheers.

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